La modificación a la Ley de Hidrocarburos que está tratando el Congreso tiene aspectos positivos, pero tiene un defecto de origen: fue redactada por YPF, pensada para beneficiar a sus accionistas y no a todo el sector.
¿Quiénes son los accionistas de YPF? El 51% es estatal (Nación y Provincias productoras de hidrocarburos) y el otro 49% esta en manos privadas, muchos de ellos son los “malditos hedge funds o fondos buitres”.
Cuando se expropió YPF se dijo que “internalizando la renta energética” sería suficiente para que YPF creciera y revertir la situación del sector. Se dijo que al expropiar se vendría un “carnaval de inversiones”. Quienes planteamos que YPF no tenía ni el flujo ni la envergadura para revertir sola la situación del sector nos tildaron poco menos que de traidores a la Patria. Pasaron varios carnavales pero las inversiones, en este y otros sectores siguen siendo insuficientes.
Es cierto que YPF esta volcando su flujo de fondos a intentar aumentar su producción, pero es igualmente cierto que ese flujo no es suficiente y que, hasta ahora los resultados positivos de YPF no se explican por sus inversiones sino por la “baja del ingreso disponible de los argentinos”. Desde que se estatizó el 51% de YPF los combustibles aumentaron por encima de cualquier otro índice y los subsidios que YPF recibe del Estado se multiplicaron. Más de la mitad de las ganancias de YPF de 2013 se explican por subsidios del Estado (sin contar el efecto del aumento de precios de los combustibles).
Hoy no son los accionistas de YPF quienes están poniendo plata para financiar las inversiones. En buena medida las estamos pagando los consumidores y los contribuyentes. Pero eso no alcanza.
Como YPF no tiene fondos para todas las oportunidades de inversión, necesita limitar la “renta de las provincias petroleras”. Un ejemplo es el ahora famoso “acarreo” (mecanismo por el cual el dueño del recurso no invierte inicialmente y repaga lo “acarreado” con el producido del propio yacimiento desarrollado). ¿Elimina la Ley el “acarreo”? Para nada, el proyecto de ley simplemente trata de excluir (creo que sin éxito) a las Provincias o empresas provinciales de su uso porque YPF es la que espera ser “acarreada” por potenciales inversores.
¿Por qué el proyecto no beneficia a todo el sector? Porque sólo aquellos proyectos que superen los 250 millones de dólares y sean aprobados por una Comisión formada por el Poder Ejecutivo Nacional podrán acceder a los “beneficios de Chevron”, como se los conoce en la industria. ¿Cuáles son esos beneficios? Básicamente vender parte de la producción a precios internacionales y disponer libremente de divisas.
¿Por qué los beneficios son solo para grandes inversiones? Nadie quiso explicar ese punto. Si una empresa petrolera invierte menos y triplica sus reservas no accede a los beneficios de la Ley. Los mismos legisladores que hace poco votaron la Ley de Abastecimiento diciendo que este gobierno defiende a las pequeñas empresas, ahora votan un proyecto que establece exactamente lo contrario. Todas las empresas petroleras locales por muy eficientes que sean, si no pueden invertir mucho dinero son discriminadas. ¿Este gobierno privilegia a las grandes corporaciones respecto al resto de las empresas y los ciudadanos? En esta ley definitivamente sí.
¿Por qué una empresa solo por invertir mucho dinero junto con YPF podrá tener libre acceso a divisas, mientras que los ciudadanos argentinos que tienen todos los ahorros de su vida invertidos en el país no pueden hacer lo mismo? Para el cristinismo la abultada billetera de una multinacional vale mucho más que los derechos de los ciudadanos.
YPF y sus accionistas van a estar mejor luego de la aprobación de esta ley. ¿Pero el resto de los argentinos?. Se suponía que YPF iba a potenciar a los habitantes de este país. Hasta ahora no fue así.
Cuando YPF reparta dividendos el 51% correspondiente a los accionistas estatales seguramente se reinvertirá en el país. ¿Pero el otro 49%? Ellos no tienen la obligación de reinvertir en el país.
Así paradójicamente, mientras la Presidente denuncia complots destituyentes por parte de los “fondos buitres”, en el mismo momento envía al Congreso proyectos que benefician a ese tipo de inversores. La Presidenta le está pidiendo a los legisladores que aprueben leyes que en parte benefician a quienes Ella nos quiere hacer creer que son los culpables de todos nuestros problemas.